¡Saberte me da sustento! Décimas.

Sé de tu afán por alzarte

-vestida de gala y libre-

sin importarte el calibre

con el que quieren cazarte.

La muerte intenta acecharte

con ojos de carne muerta

y a visos de fosa abierta

le da a tus huesos llamada

para que tú, desalada,

retengas su mano yerta.


Sé del fragor de tu lucha

contra el reloj que a diario

te arranca del calendario

el Tiempo de forma ducha.

Y si el Cielo no te escucha

tu plegaria relojera

antepones tu manera

humana de hacerlo todo:

te maquillas de tal modo

que vuelve a ser primavera.


Sé de tu pena gigante

-gigante como ninguna-

cuando la mala fortuna

fue mortal y apabullante.

Desafiada y desafiante

te sublevas de repente

hasta hacerse penitente

la senda de tu Destino,

recrudecido el camino

por tu misterio silente.


Sé de tu amor cada día

y de tu sobria belleza,

de tu oculta fortaleza

fortaleciendo la mía.

Sé de ti más todavía

porque siento lo que siento

cuando eternizo el momento

por tenerte aquí a mi lado

y a tu beso convocado…

Ese es mi conocimiento.


¡Saberte me da sustento!

 

Todo eso es cierto.
Maravillosamente.
Es una lucha constante.
El tiempo apremia.
A veces, sufrimos, y otras, gozamos.
El sufrimiento nos adecenta.
El Gozo tiene que ver con la desnudez de los cuerpos.
Entonces, sufrir es como llevar ropa puesta.

 

Qué bueno!! Muchas gracias, Nommo. Buena semana.