Sabia que era real.

Bajando a las penumbras, donde los sentimientos mueren y nace la resignación, donde guiaba mi pluma hasta llegar al ultimo de los infiernos, ahí es donde surgen mis letras.

Inundadas por lagrimas, escurre la tinta que da vida a mis versos, pensándote, aun pensándote, aferrándome a los recuerdos cuando mis manos navegaban tu cuerpo y no la cruda y dura piel de un pergamino viejo, acostumbrándome a la oscuridad de mi alma, cerrando los ojos para tratar de ver tu luz, aquella que en las mañanas me despertaba y hoy celosamente el sol aparta de mi vida, llenándome de ese frio sepulcral que congela mis sueños.

Bajando a las penumbras, donde muere aquello que llamaba amor, aquello que llamaba con tantas fuerzas y que era capaz de levantarme todos los días, hoy ya no queda nada.

Mirando hacia abajo tratando de llegar al fondo donde la muerte me espera pero que jamás llega, mirando hacia arriba viendo como te alejas cada vez mas y mas de mi me doy cuenta que es real, que los sentimientos mueren cuando dices adiós, que mi pluma te anhela tanto como un niño un dulce, que mis lagrimas mojan, que mis versos duelen, que pensarte me hiere, que mis manos te llaman y no me llenan todos los pliegos de papel del mundo. Se que es real, cuando cierro los ojos y ya no estas, cuando al acabar la noche te vas, para no regresar, se que es real, que el amor que siento por ti es lo que me hace tanto mal.


Eduardo G.