Sangre Falsa

Al señor enterrador,

yo le pido de favor,

que deje la tierra suave,

para poder escaparme.


Y regresar mis pasos,

será como un hallazgo,

saber que se dice de mí,

y cuantas flores recibí.


En un día de Halloween,

pasaría tan inadvertido,

quien podría distinguir,

los muertos de los vivos.


Aunque solo sean 24 horas,

y el resto del año me fastidie.

poder tener la gloria,

de sentirme así invisible.


Ver la ciudad,

con otros ojos,

sin palpitar,

ni focos rojos.


Al velador pido también disculpas,

si vuelvo muy tarde a mi sepultura,

y espero que no le sorprenda,

si a medio camino me encuentra.


No podría quedarme quieto,

habiendo tantas incógnitas,

si aún vivo en muchos recuerdos,

y me presento cuando uno me nombra.


Si a alguien le afecto demasiado,

podría de alguna forma consolarlo.

decirle que no esta tan mal,

y aquí los voy a esperar.


No sé cuánto se me permita,

estar en tierra bendita,

será depende de cada caso,

el ascender y el descanso.


Yo siempre me he sentido seguro,

de que el cielo seria mi rumbo,

mis fechorías no fueron graves,

ni deje viudas, ni rompí hogares.


Tememos a lo desconocido,

y pensamos que será aburrido,

pero hasta que no haiga pruebas,

mejor pensar, una fiesta nos espera.


Todos los que se adelantaron,

estarán ahí familia y amigos,

nuestra llegada celebrando,

con bombo y con platillo.


La muerte cabalga,

cosechando llanto,

entre sangre falsa,

y niños jugando.