Santo Grial.

Soy una bebida.
Me consideran celestial.
Atrévete a vivir la vida.
Puedes hacer tus sueños, Realidad Virtual.


Aunque te tilden de anormal.


Yo amo tu lengua.
También, tus amígdalas.
Amo tu estómago.
Y el riego sanguíneo.


Pertenezco al templo de Vesta, en Roma. Soy devoción, de la virgen Vestal.





No bajo de mi pedestal. Me dedico, en mis ratos libres, a los bailes de salón.
Pero no soy trapecista de circo ni hombre-bala.
Ni deportista que regatea, con el balón.
Simplemente, como la granizada de limón.


Pero tengo un sabor agrio, muy fuerte. Por eso es que retraso el día de tu Muerte.