¡ Sapristi ! ¡ Caracoles ! ¡ Diantres !

Lo tenía todo, controlado.
Deambulaba por caminos, al acecho.
Mis presas, todas, rompen moldes.
Sus camisas se rasgan, al contacto con sus pechos.


Embutidas en prietos corsés de la buena educación:





Buenas maneras. De adivinas tienen madera.
Apuntan maneras, al leerme las palmas de una mano.
Sus melenas al viento, se adaptan al medio-ambiente.
Recorro los toboganes de finas hebras doradas, rojas o morenas.


A veces, me capturan.


Entonces, me llevan de vuelta a casa.
Embotellado, como el vino tinto.
Con la salvedad de que soy, sólo, un mensaje.
¡ Benditas náufragas, en una isla desierta !


Robinson Crusoe se acuerda de todas vosotras.

 

Gracias, amiga. Forma parte de mis proyectos.
Yo eduqué a esa cantante...
Sucedía, en el año de la pera.
Cuando triunfó en los escenarios, Mari Castaña.
Entonces, enseñaba a las sopranos, a hablar en inglés.
Y bueno, esta mujer había nacido en Barbate. Pueblo hermoso y soleado, de la costa andaluza...
Pero la vocalización es perfecta. Ahora bien, no entiende nada de lo que pronuncian sus labios.
Es muy emotivo, que aprenda el discurso mediante su sonoridad, como los loros o guacamayos.