Se llama olvido

Cuando quisiste divisar mi silueta solo encontraste un abismo,
y las frías sombras de mi cuerpo se hicieron interminables
y por un segundo cubrieron el calor de tu presente.

Me dijiste que nunca olvidarías el color de mis ojos ni mi cabello bajo el sol,
y perdiste en el vuelo de una bandada de pájaros coloridos,
esa cromática que juraste, ser divina.

Caminaste por el mundo,
sin darte cuenta de que a cada paso te alejabas más
de esa niña sentada bajo los aromos,
no viste que un paso se transforma en un minuto,
y el tiempo envejeció mi carne
y atizó la lumbre pálida de mi melancolía.

En tu viaje, tu lengua fue acariciada por
imaginables manjares,
vinos con sabor a mujer y olor a rosa
carnal e indómita,
y en tu boca no quedo ni una gota del sabor
de ese último beso.

Y ahora tu y yo, y las cosas que tocamos,
y los campos y el cielo que miramos;
nuestra atmósfera entera,
esta llena de lo único que fue cierto en nuestra historia...;
el hecho, de que íbamos a olvidarnos.

 

Ciertamente melancólico o más bien pesimista, pero muy real. Se agradece que no todos los poemas sean de cosas grandiosas porque así nos va generalmente, ejejejej, muchas veces también perdemos y en eso también hay poesía. besos

 

muchas gracias cerezita

 

Que bello y emotivo poema... tu melancolía se siente con mucha tristeza cuando el inevitable olvido avanza su paso, te ha quedado maravilloso... lo disfruto mucho en esta mañana de domingo...saludos y abrazos!!

 

Amar es tan fácil,
Y olvidar es tan difícil
que el pájaro debe cortar la voz
de su melodía para olvidar.