Sé lo que no quiero.

Haré el camino impío de la vida
sin ninguna certeza firme, plena,
sobre quién logrará frenar mi huida,
no sé quién va clavárseme en la vena.

Pero un rayo de luz, tras la caída,
robó a este prisionero su condena
e iluminó clarita la salida,
mostrándole quien no vale la pena.

No me merecerán esas personas
sedientas de valor y confianza
que reinan con el miedo en sus coronas.

No me atravesarán con una lanza
los hijos de las tribus sin neuronas
que alquilan el amor bajo fianza.

 

Soneto que revela un resentimiento sin reservas que suscita el interés del lector desde el principio.
En cuanto a la arquitectura, hay algunos versos que se me atascan en el recitado. Me refiero al verso 10º que se queda corto en medida. Fácil solución: una simple "de" antes de "confianza"
Otro verso que me parece que concluye escaso es el último. ¿Has querido hacer diéresis en "fianza"?

Ya ne dirás, vecino. Vaya tiempo ¿no?

Un abrazo.

 

Contar con tu mirada, Poeta, ya sabes que me pone, gracias por acompañarme Vicente.
En cuanto a ese recitado... sí, he practicado lo que mi manera de hablar me dicta, como dices la solución era sencilla, pero para mí no es natural. Una diéresis muy mía, jajajaja.
El tiempo está encabronado, sé espera lo peor para estos días.
Vicente, un abrazo enorme!
Eres muy grande!