Se me acabaron las palabras

Ayer pensaba en lo duro que sería
continuar una vida sin tus quejas.

Tuve la necesidad de llamarte,
pero no sabía si cogerías el móvil,
o si lo habías olvidado
en aquel cajón con todos
mis poemas.


Pero vale, que el contestador
me es suficiente por ahora.
Y no sé cómo explicarte
que ayer haya pensado en ti,
mientras llevaba flores y unos viejos
discos que encontré a tu jardín.


Tu madre me dijo que aún guardabas
cosas mías, por aquello de las bombas
y los truenos, y me ha apetecido pasar
por el departamento.


Debo decirte que no he movido nada,
y que los gatos se han comido todas las palabras
del frasco de las mentiras.


Ayer pensaba que me es difícil
aprender a vivir sin ti;
con la ausencia,
sin Pizarnik.


Pero creo que lo más difícil,
es mi poca adicción al alcohol,
y el constante recuerdo que me persigue
cuando uno de tus libros se cae
de la cama.


Sólo quería dejar esté mensaje en el contestador,
sin intención de que cojas el teléfono.
—
Álex Herández. Poema del libro “La pequeña doctrina”


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Estaré pronto a sacar un libro, les dejaré la página en la cual podrán ver información
más detallada de la publicación del mismo, ¡abrazos!♥.

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Bella manera de narrar un hasta nunca o hasta siempre, sugerentes y bellas imágenes para una bella escritura. Un abrazo amigo Alex. Paco.

 

Mucha melancolía entre los versos. Un placer pasar a leer tu trabajo. Saludos cordiales.

 

Alex espero que nunca se te olviden las palabras porque me gusta mucho como escribes,
¿cómo puedo obtener tu libro?

Besitos de colores,