Se pierden

Quereres del viento,

quehaceres de cientos,

de cientos de vientos, amarrados,

a la caótica simetría de la gravedad,

coagulan una salida que se creía permanente,

remanentes de soledades mentales,

edades de eterna quietud,

marcan, el sendero hacia la caída,

de una certeza primordial,

¿podrá el silencio atravesar su desolación?,

la impotencia se mueve en el espacio,

escurridiza,
ahorca los pulmones del pensamiento,

y poco a poco,

las conciencias de creadores bendecidos,

se pierden,

sin reparo.