Seamos lo justo

Amigo mío, estimado y no patrón de la patria

mis ideas en tus neuronas son vanas argucias

mis palabras de tu boca salen dietéticas

mis gestos en tu cuerpo se comportan inofensivos

aléjate y apuesta tus manías en otro recipiente

yo debería hacer lo mismo, tu pez dorado debería hacerlo también

buen amigo y estimado emperador del no-me-importa

hablemos de los límites de un agente ilimitado

hablemos del verdadero conquistador de galaxias

del cuidado original.


Exhalo la disculpa de sonidos doble sentido

es cierto: no soy un piano, no soy música

sino la pala del pandillero

amigo mío, los detalles son entes simples

pero rebotan y rebotan y rebotan

y liquidan.


Trato de decirte que te apartes no físicamente

puedes hablar, puedes ser átomos, puedes patinar

pero toma distancia con las peligrosas reproducciones

de mi persona, del bigotón de la tienda, de tu pez

porque no soy música, no soy un violín

sino el pupilente del vidente

la antena de la prehistórica televisión

trato de decir, amigo mío, que no somos amigos

la elocuencia grupal cual distracción

el mundo mejor cual invisibilidad.


Y si regreso al regreso mismo

y si es la posición retrógrada

es un zape sin defensa en el receptor.