Secretos

Esa complicidad de juegos e historias,
de círculos que asombran
los caminos de la costumbre.

Seis o siete nadas,
pitillos encendidos,
claves y nostalgia
que sobreviven a la imperfecta secuencia del tiempo.

Y es que aún estás aqui,
con tu rostro en el desliz de un auricular,
o en una ventana que gime
o en el adiós de la primavera
que ha dejado un rosal en tu nieve.

Pequeñas cosas que aman los pasillos,
la clandestina sequedad de una tarde
que ha sido en sus orillas húmeda
como un deseo.

Juntemos pues la caligrafía,
el conjuro, el silogismo,
la prefectura de un oráculo,
el galimatías
o los espejos que oyen.

Que sude el invierno un eco misterioso,
que crezca el árbol que nunca murió,
vergel de horas
que han sabido ser llama
en la memoria de un niño que atisba.

 

Secretos que un hombre puede conocer, porque para ello tiene su inteligencia. ¿ No ? Es lícito. Es legal.

 

Un placer leer un buen poema, lleno de imágenes internas y externas que hacen de nuestros pequeños secretos y sensaciones poesía.
Un saludo mañanero.

 

Gracias, amigo, por leerme y comentar. Un saludo.

 

Gracias, Alonso Vicent, por la lectura y el amable comentario. Un saludo cordial.

 

Estoy de acuerdo, chevere encontrar letras como estas tuyas, que dicen un montón desde el verso, ese cómplice de quienes nos atrevemos a escribirlos.
Un saludito desde la tierra del cafe

 

Gracias, ladulcec, por leerme y por la amabilidad del comentario. Un saludo cordial.