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Sedentarios

Tema en 'Poemas de Amor' comenzado por duby, 22 de Octubre de 2007. Respuestas: 0 | Visitas: 568

  1. duby

    duby Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    22 de Octubre de 2007
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    Entre silencios de pura pausa,

    Deslizo cordeles atados a oscuras,

    Deformes nudos que sujetan resignaciones.

    Emblemas de conquistas tardías,

    Que son aprestos para guerras ya perdidas.

    Refugio de la aurora eclipsada encuentro,

    Que reniega del frío tibio, propio del aislamiento.

    Y espanto los duendes del bosque,

    Que se refugian en el opaco rocío.

    Y te veo llegar, cual inquieta viajera,

    Llenando con paisajes los vacíos de tu alma,

    Viendo todo aquello que crees sublime.

    Y te quiebra la duda,

    Y crees que toda pena subyace a todo encanto.

    Y con demencial premura rompes atajos,

    Agotando senderos sin ningún destino.

    Siempre viste de espaldas la vida, agobiada.

    Y crees saberlo, mas ni intuyes el principio,

    De esas rondas de mortales, esquivos al cielo.

    Y pienso en decirte:

    Hazte a un lado a tiempo, sin tus sentidos,

    Con temerosa valentía, de trunco optimismo.

    Pero de pronto, detienes el camino, mirándome,

    Brotando en ese instante cuervos del abismo.

    Y tengo el impulso de acariciar tu sombra

    Desde mis crónicas ausencias, apasionadas.

    Fondear puentes en tu humedad más oculta,

    Para llegar a ver ese recorrido

    De azules pájaros dentro de tu cielo.

    Y de tus pies me regalas algo

    Que inunda tus huellas con la sustancia precisa,

    Que mide el antes y después de tu tristeza

    Extendida en la bruma.

    E incendias con esa frialdad que traes en tus alas

    A mi vacío de quimeras, ahogada en palabras,

    Que contrasta con el todo en ti,

    Contenido en tus silencios discontinuos, pero totales.

    Y se agita el mundo en ese instante,

    Dándose un abrazo la luz y la penumbra.

    Agotamos las visiones mutuas

    De nuestros cuerpos, de nuestras sombras.

    Y hacemos senderos juntos, inseparables.

    Es tan simple el destino ahora

    Que nacer y morir son solo una circunstancia,

    Somos fugacidad para las miradas profanas,

    Pero eternidad para nosotros, amantes errantes,

    Aunque sedentarios, ahora,

    Enclavados, por siempre, en el centro de nuestras almas.
     
    #1

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