Seducción, locura y amor (Polvo cósmico)

¿Qué le voy a hacer si no tengo solución médica?
¿Yo?
Escarben por donde quieran, no me voy a inmutar.
A eso se le llama objetividad.
Ni siquiera la madre que me parió me dio luz.
Búsquenlo en el diccionario.
Tengo luz de sobra para cubrir el espacio.
Letras, letras, ¡letras! ¡Os amo!
Gracias por hacerme el amo del universo.
Os voy a cubrir de gloria, me cago en la leche.
A todos.
Cueste lo que cueste.
Como si me tengo que dejar el alma.
Eso sí, ¡ay si me conocierais! ¡No me tendríais por un pesado, os lo juro, así reviente la iglesia y el uso que se hace de ella!
Pero ya puestos a ganar adeptos, no anunciaré el fin del mundo.
Lo que faltaba, vivir atemorizados.
Fe, tú que siempre estás, ¿qué opinas de Dios?
Que lo has hundido en la miseria por unos tragos de café.
Escribir cafeinado o fumado o en papel de liar o de ligar, ¿qué más da?
¿Solución médica?
Nooo, si esto solo era el calentamiento.
Ahora vienen las animadoras de ambos equipos.
¿Qué dicen las apuestas?
Que todos a tomar por saco.
¿Por saco? ¿Tomar?
Sacos, no os emborracheis, por Dios.
Dios, Dios, Dios.
Siempre en vano, ¡Dios!
¿Ya ha vuelto a tirar los dados?
Todos a tomar viento.
¿Tomar? ¿Viento?
Por más que lo nombro -a Dios-...
Adiós.
Voy a tirar del carro.
A costear los avances de la medicina en cuanto a las enfermedades mentales.
Esperad, creo oir voces, voces que remiten esta carta a Dios.
Excéntrico, Ricardo, grotesco, histriónico, gracias.
Gracias por hacerme -suena cercano, veamos cómo sigue- ver que la realidad es como en los años ochenta, antes de tú nacer -¿qué tengo que ver yo en todo esto?-, cuando la moraleja no existía.
Ahora dichos y refranes por Facebook para congratular más que para coaccionar o congregar -¿?-
Como iba diciendo...
Diosamasupalabra@gmail.com -ÉSTE ES MI CORREO, POR SI GUSTÁIS-.
Creo que mola más exponerse a la radiación lumínica que a los rayos solares.
¿Que qué le voy a hacer?
Estrellarme una y otra vez, hasta ver estrellitas.
Os doy ya mi bendición.
El as de la escena asciende por la escalera de color.
Sin camerino, pero con el placer extremo del deber cumplido.
Y salirse del guion solo para completar palabras.
Y la auténtica evolución está en la mente.
Ala, o Alá, ya me he salido del plano.
Muchas thankyous a tod@s.
¿Una más?
¡Si están desmontando el escenario!
Ya me llevan.
Solo era de atrezzo...
Luz, decir poco con mucho, como la propia luz.
Dios, no me olvido de ti.
Te quiero, te amo, excepto cuando me pongo a disposición del caos.
Orden en la sala, o en la cocina. Qué más da.
Si amáis a alguien que se siente libre y pletórico sin ser un pterodáctilo ni una huella digital, me amáis a mí.
¿Quién dijo que no podía interactuar sin videoconsola?
Poeta, ya es la hora, te espera la máquina del tiempo.
Hay que tenerlos bien puestos para compartir esto con ojos y hormonas.
¡Hagamos de la palabra promesa de asesino en serie!
Matar, matar, matar, a expensas de un arma.
O estrangular como un mafioso la ventolera y el atolladero político.
Que importa un rábano quien sea el de la cabeza nuclear.
Lo importante es quien pulse el botón.
Dícese de un coñazo sin escrúpulos.
Sin vosotros, nadie es filósofo.
Las teorías se demuestran anonadándose primero, y luego... ¡Aplausos! ¡Como las matemáticas aplicadas!
Angelitos míos, conocimiento os da la razón contemplativa.
Dios otra vez es no discutir.
Yo otra vez soy un poseso.
El cura, el diablo, el policía que impone su fuerza, o su olfato.
Da igual quienes seamos, lo importante es no dejar nada en el tintero.
Y si puede ser sin un aluvión de autocrítica, mejor que mejor.
Mañana será otro día, y hoy otra noche.
El médico me esperará hasta que confiese que soy un degenerado.
Pero lo más importante ya está hecho.
Y no es tomar la medicación.
Es salir del laberinto para ratas.
Cambio de estación.
Vivo en navidades.
Jo, jo, jo.
Pídanme lo que quieran, he salido del armario.
Aún no me han matado al canario, pero tengo una pena.
¿Quién quiere que el mundo mejore?
Yo, yo, yo.
Ánimo.
Ecuanimidad.
Escritura.
Evolución.
Sapiens.
Lo que sea.
Esto es un poema de los largos, y de esos en los que no escatimas ni en pegatinas, ni en cromos.
Éste no lo tengo repe, pero me gustaría.
¡He ganado el mundial!
España se va de fiesta.
El mundo se va de fiesta.
Y yo, deseando no acatarrarme ni perderos de vista, ni perderos la pista.
¡Hemos ganado!
¡Ahora es cuando tenía que sonar el himno!
¿Dónde está el trofeo?
Un abrazo.
Un beso. Y ya, curados.
Como el queso de cabra.
O de cabraloca, qué más da.
Mi locura tiene arreglo.
Os daré todo lo que tengo.
No es poco, en absoluto.
Es manía de escritor.
Es por ello, solo eso.
Ahora es el momento.
Sí.
Se siente.
Se masca.
Más capacitados que nunca, lo sé.
Siempre lo supe.
Y vosotros creo que también.
Y si no, os lo explico:
Soy todoterreno porque tengo tracción a todo lo que escribo.
Vosotros, igual, sois todoterrenos.
Y también somos todopoderosos porque somos conscientes de lo que da la libertad.
Poética, la que sea.
Dar y dar y dar.
Si alguien se cansa, pido perdón.
No me gusta pedir, y termino con una canción:
«Yo soy rebelde porque el mundo me ha hecho así...»
Y porque me arde la mano.
Espero que os siente como una caricia mi peripecia de una crónica perfecta.
Volveré para ver el resultado.
Si es que no me engancho del cigarrillo de después.
Sexo aquí no hay, pero se me ha puesto bravucona.
Debe ser la conexión a Internet.
¡Qué de vídeos me están esperando!
Besos, abrazos, y mi amistad de por vida.
Espero el fin de ciclo junto a vosotros.
Contaremos las estrellas.
Cantaremos en coro o en corro.
Dios llegará.
Os lo aseguro.
Lo dice mi fe.
Mi instinto.
Mi escritura.
Mi vida.
Os lo doy todo.
Así me electrocuten mis latidos.
También me dejo el alma.
Seremos uno entre siete mil millones.
Os contaré mis anécdotas.
A todos.
Pormenorizadamente.
O si no hay tiempo, se nos disparará la líbido.
Y eso será otro cantar.
Os lo aseguro.
Si alguien quiere algo de mí, le daré todo.
Prefiero quedarme a gusto.
Esto ha sido todo lo que os debo.
Hasta el oxígeno.
Se acabó el respirar.
Vengan a mí los suspiros.
Lo que...
Ya está, ya me he vaciado.
Si el futuro es de todos...
Sí, os dejaré mi nave espacial.
Votaremos políticos extraterrestres, y volaremos juntos.
Hasta el infinito.
Hasta el planeta infinito.
O lo que es lo mismo, inventarán el teletransporte.
Yo os mando toda mi gratitud en vida.
No es para menos.
Me habéis servido de guía.
Y ahora...
¡Tierra a la vista!
Mi querida Tierra, mucho más guapa y más lista.
Es una artista.
¡Obras de arte!
¡Os quiero!
¡Salí del caparazón!
¡Pío!
¡Píoooooooo!
¡Qué bien sienta perder la cabeza por todo!
¡Soy un loco a la deriva!
¡De puerto en puerto, amor!
¡De puerta en puerta, pureza!
Poemaaaaaa.
Sencillo, sencillo.
No sé cómo acabar...
¡Quiero calor!
¡Que todos nos aplaudamos!
¡Se baja el telón!
¡No somos marionetas!
¡Creemos en nosotros!
¡En el hilo de nuestra vida!
¿Dónde acabará?
¡Juntos!
Sí.
Eso es.
Todos a una.
¡Juntos!
Dios aparecerá entonces.
Me lo dice un pálpito.
Como a cualquiera que encuentra el amor.
Sé que os amo, pero me da cosa decirlo.
No en vano.
Os amo desde siempre.
Más en la sombra, antes.
Ahora la luz ya está creada.
Lo sé por mi escritura.
Amor, amor.
En el aire.
Soñaremos juntos con nosotros.
Después de un poema siempre hay un análisis.
Pero ya está.
Ya pasó.
Hago las paces.
Dios está contento.
Lo sé.
Nunca lo ví.
Pero lo amo.
Todo cabe en mi amor.
En mi fe.
Ya está.
Sé lo que debo hacer.
Boli y papel y entrega y amor.
Como una carta a un amor a distancia.
Porque no hay distancia en la palabra que sale del alma.

 

No creo que este poema sea un deleite, para los pobres lectores.
Hemos de tener piedad, con el raciocinio y el sentido común.
Sin embargo, pareces necesitar el Amor. No te amas a ti mismo.
Dado que no respetas tu propia donosura, o hidalguía.
Al hacer observaciones procaces e indecentes, que nos hablan de tu escasez, asombrosa.
Como si hubieras sufrido mucho más que un monarca. Entonces...
No puedes dar lo que no tienes. Si no tienes amor...

 

Me temo que no has entendido la esencia del poema, Nommo. Y también provocado por una falta total de empatía.
Solo es entendible a través de la locura y la imparcialidad.
La clave no está en compadecerse ni en apiadarse ni en analizar a nadie.
Y si no fuese porque he logrado amarme por fin a través de este poema, lo consideraría un golpe bajo.
Pero bueno, en mí siempre gana el raciocinio y el sentido, aunque no sea común, de momento.
Me has decepcionado.

 

Encantado de decepcionarte, compañero.
Para eso estamos, los seres humanos y divinos.
No somos héroes de ciencia-ficción.
Tampoco somos los Reyes Magos de Oriente.


Simplemente, somos dibujos animados tridimensionales, hechos de Gozo, que es una pasta ardiente, como la Pizza.

 

Si estás aquí para eso...
Bienvenido seas.
Es bueno saber por donde vas.
No lo comparto, pero todo es admisible desde mi punto de vista.
Objetividad, ante todo.
Es hora de empezar a ser un superhéroe, o lo que la locura y el amor me permitan.
Me siento flex