Segundas partes nunca buenas

Reflejo del alma pura
de plateada lisura
en el estanque del loto
era tu bella figura,
resplandeciente hermosura
en el centro de aquel coto.

Paseabas tu donosura,
mostrabas la galanura
con la que hiciste aquel voto
de no tentar mi montura
y fue tan grande tu hartura...
No subirás en mi moto.​

 

Admiro tu sentido del humor que parece esconderse, agazapado, en cada giro de tus versos. Desde luego, está a la que salta y en estos peculiares sextetos (ya sabes cuánto me gustan) brilla con intensidad. Cabe la duda de si, dado que hablas en pasado, de si no se ha cumplido aquella máxima habitual de los consejos de mi padre: 'busca-te-la curiosa i fina que ella es farà cotxina i grossa' y que en esas condiciones la estabilidad de tu moto peligre. Mi sincera amistad y mis estrellas.

 

No hay nada escondido Luis. Solamente es un juego de palabras en las que el segundo me pareció más pobre que el primero. De todos modos, gracias por tu apoyo.