Selva

Te busca mi sexo,

como busca la luna al sol todos los días

incesantemente,

con la certeza de no encontrarsen jamás.

Se deshace en torrenciales aguaceros mi deseo,

ano te gusten las noches de él

y jures que no sabes de pasión.


Déjame colgada de ese gemido mudo,

frágil y genuino como mi voluntad hacia ti.

Átame, con la fuerza de tus ideas

y saboréame, despacito, las coyunturas de mis miedos.

Recórreme con la ternura y la experiencia,

escribe voraz con tu lengua

sobre mis espacios vacíos.

Quiero que te hagas en mí

Como este capricho.

déjame sin peso,

háblale a mis preguntas boca a boca

y susúrrame que no me quieres,

y que eres mío.


Desnúdame de ti,

tócame donde no se inventa todavía

y dime lo mismo que siempre: nada.

Corre por mi selva a tu antojo

sube a mis montes con tus manos o con tu boca

y nunca salgas de allí.

Bebe de mis aguas cálidas,

sáciate de los frutos de mis árboles veinteañeros

y ruge como mis jaguares

hambrientos de carne y de tu olor.

Estállame como pólvora la piel.


Subleva desde el centro de mi boca

con tu beso, mi espíritu,

que vocifera desde adentro por salir.

Reserva tu pecho para mi aliento,

y luego del amor,

búscame con tu sexo otra vez.

 

Un poema sensual y ardiente.
Me gusta tu trabajo, te felicito
y sigue regalando metáforas y
Bellas imágenes. Un placer pasar y disfrutar de tu poesia. Un abrazo afectuoso. Saludos poeta.

 

Gracias Javier por tus comentarios y por leerme. Un saludo afectuoso desde mi patria pujante y herida.