Señor y Señora Tormenta

Señor y Señora Tormenta impresionados por el impulso de retroceder cien años de soledad y tender puentes hacia todos los lados como si lo normal fuese ir encontrando Magas por todas partes, envían comentarios a los campos obligatorios que están marcados con asterisco y recorren los puentes que se construyen de un solo lado, esos que se llaman puentes de experiencia propia que no necesitan de alguien al otro lado.
Señor Tormenta dice: Sabes que te has movido a la osadía, cuando tras haberte querido cómo nadie, ya no esperas que alguien lo haga. Repercutes en la acción como un verbo que se conjuga conectando perfectamente ciertos , ajustados y recíprocos acuerdos entre nosotros, aquellos que sabemos cuánto de incertidumbre tenemos como principio.
Te sumerges en lo desalojado sólo para saber porqué razón lo habías hecho, y encontrada la causa dejas de buscar los efectos, tiendes al final menos probable, allí donde se asientan los rasgos de lo inefable, y que mejor manera de vivir, que hacer vida desde la perspectiva primera que has tenido siempre para casi todo.
Señora Tormenta dice:"La distinción entre los hechos debería estar representada por distinciones en el lenguaje. De ese modo, aquellos que nunca han tenido una experiencia de primera mano en el plano de la eternidad, tendrían la oportunidad de saber, intelectualmente al menos, que lo que sucede en tal plano no es lo mismo que lo que sucede en el plano estrictamente humano. Sabrían, aunque sólo fuera por verlo en letras de imprenta, que existe una cierta diferencia entre amor simplemente y amor equis" Aldous Huxley.
Describir los hechos con términos correspondientes a imaginarias ficciones; explicar lo conocido con términos de lo desconocido. Lo que quiere decir Señora Tormenta, es que hay alguien fuera de nosotros que infunde en nuestra alma un cierto tipo de experiencia psicológica. E implica, además, que sabemos quién es ese alguien.
He considerado escribirle a usted, Támesis, como alguien que se refugia de los otros, de esos otros que no son más que grandes estúpidos que creen que te tienen para siempre, cuando su propia indiferencia y desprecio demuestra que jamás te tendrán, porque así no se tiene a nadie, aunque piensen que sí, por eso son entre otras cosas grandes estúpidos haciendo grandes estupideces.
Sabes que te has movido a la nada, cuando trás haber querido a alguien como a nadie, te percatas de que precisamente es nadie. Entonces te sumerges en lo alojado, solo para saber porqué razón, despojada de todos ya no esperas a nadie.