SeÑora ma...

No tema señora.
Juro y le prometo:
puedo amarla tanto y morir de amor;
pero nadie sabrà este secreto
aùnque por callarlo sangre el corazòn.

Podrà enloquecerme su boca encendida...
temblarè escuchando su càlida voz;
Podrè imaginarme mil cosas prohibidas,
cosas que son rosas de un jardìn perdido
en donde el pecado es usted y yo.

Y asì, frìvolamente como el que no ama
llenarè de risas la conversaciòn;
pero usted que conoce mi drama
me darà una tierna mirada de amor.
Y con su sonrisa bella y elegante
escucharà la intriga del amante
que por cada palabra quiere darle una flor.

Y si me denuncia una despedida
al tocar sus manos con las manos mìas
o alguna palabra furtiva de amor.
Inventarè al instante una mentira
para que nadie sepa que mi vida
està suspendida de su corazòn.

Si un dìa, sola en su aposento,
me regala un poco de su pensamiento
anhelando el beso que hoy no puede dar...

Dìgamelo pronto en un nuevo encuentro
con una mirada que alumbre al momento
y llene mi vida de un dulce cantar!