Señora mía

La quiero quieta, mirándome a los ojos;
no más excusas de colegiala,
ni evasiones libertarias,
ni yugo de juramentos… la quiero desnuda.
Cuando le digo “te amo”, lo digo por todo lo alto:
no necesito espejitos ni ábacos rumberos.

¡Poesía!... Cuánto me reclamas;
yo no soy el que reparte los dones,
soy el que recoge la limosna,
un pasante de tu templo,
nada más que eso…
un atribulado peregrino.

No sólo de palabras viven los poetas:
comemos, bebemos, hacemos el amor.
No es un pecho el afligido:
los poetas tienen frío,
los poetas no hallan abrigo,
sucede, que se agotan...
ruedan vanos vanas rondas,
rondas vanas vanos ruedan.

De una querencia cibernética; no obstante, la gratitud superó al amor

 

la señora tuya salió un poco reclamona, dale mas amor y no sera tan enojona, gustazo leerte amigo un abrazo

 

si señor, así es, me gusta tu escrito, full. Un gusto leerte, un abrazo.

 

DUENDE VERDE

No fue falta de amor, no fue reclamo.
Yo caía mientras ella ascendía, creí salvarme cogiendo su mano, y un destello me contuvo en ese instante.

Un abrazo

 

RELTIH

Gracias por tu lectura; fue la pasión del momento, esos momentos estelares que se alejan lentamente.

un abrazo

 

ASALIAH

Peregrino bien humano... juguemos a la ronda mientras el lobo no ronda.

Lo siento, el placer es todo mío.

 

Excelente evocación a esa señora;
un abrazo,
edelabarra

 

VIVIANNE LAGO

Es muy generosa, bella señora; con su limosna tendré sustento para varios días.

Dios me la bendiga

 

EDELABARRA

Gracias por la lectura.... Si tuviera que corresponder a la bondad de la "Señora mía", mis letras no cubrirían ni la altura de sus tobillos.

Un abrazo

 

"un pasante de tu templo
nada más que eso...
un atribulado peregrino"

Ser, alivianarse y seguir siendo...entonces, la poesía...un rescate mismo a los devaneos del poeta. Hermosa conjunción esta lectura. Un fuerte y constelado abrazo desde mi ventanita hoy para vos, Victor.!

 

Esta poesía que nos subyuga...y nos reclama..y los poetas intentando vivir de palabras.
me encantó
un abrazo
Margot

 

ASALIAH

Cerremos los ojos y rodemos... ningún abismo es tan grande como el anhelo más pequeño.

 

TUTI

Cima y abismo... nadie escapa a su conjuro.

Gracias por tu comentario, da para una larga y bohemia tertulia.

 

MARGOT DEL CASTILLO

Humanos, al fin y al cabo... en una buena mesa entramos todos: las que nos subyugan y los subyugados.

¡Salud!