Señora mía

Tanto que aprender de usted señora mía...
llevar las penas con elegancia, soportar
el peso de muchos esfuerzos sobre sus manos,
tener la dulzura suficiente en los ojos que han
llorado mares, decir basta cuando se debe, doblar
la página sin temblor de equivocó.

Caminar fino, elegante y fascinante, señora
encantadora que hace soñar futuros perfectos,
futuros de vida recta, futuros tan alegres y seguros
como sus pasos, señora de incansable esfuerzo,
señora que causa conmoción al conocerla.

Aprendería feliz al lado suyo como se vive la vida
con eficaz entendimiento, como no cometer errores,
como verse y actuar sereno frente a una vida de
siniestras pruebas, como dejar de mirar lo que le
afecta, a caminar como si nada cuando el
mundo pesa sobre la dolorida espalda.

Cuando el esfuerzo se instaló en su vida llegó
acompañado de elegancia, de dulzura en sus
palabras, de ternura en sus manos laboriosas, de
deseos de vivir como merece una reina del mundo
que golpea, enseñeme señora sus virtudes, haga
de este buen hombre un valiente que no doble sus
rodillas ante nada.

Cuando piense en usted; que es a diario, será mi vida
una lucha por el triunfo, una vida que intentara
emular la vida suya, para ser feliz de alguna forma
compartiendo al menos su enseñanza.

 

que belleza!
senti como si me hablaras, aunque n o te conozco, jajaja...
quizá porque en medio de tanto dolor,
elegi vivir.

un abrazo amigo poeta

 

Te hablaba a ti y a todas las mujeres que con grandeza nos enseñan a los hombres a ser fuertes.

 

gracias! si, eso creo...
los hombres son fuertes hasta que se enamoran.
las mujeres aprendemos a ser fuertes despues de un engaño( ahi sacamos las fuerzas pa seguir)

la cosa es que te ha quedado muy bonito.

escribes muy bien, no te habia leido antes.

un placer encontrarte en este mundo de letras.

 

No solamente después de un engaño, siempre son fuertes.

 

Eres un Gran Poeta. Escribes
muy lindo y lo hac s con el corazón.
Un placer leerte. Saludos cordiales.

 

Gracias, mil gracias Lourdes

 

este poema me encanta, es todo un canto al valor de ese ser sensible
que la vida la vuelve un roble.

 

Gracias