Sentido de la Vida

Durante largo tiempo se ha hablado respecto este tópico, afirmando que no existe respuesta a la pregunta: “¿Qué sentido tiene mi vida?”. Muchas son las personas, de diferentes épocas, que consideran que el sentido de la vida yace en hacer aquello que te haga feliz, aquello que te llene.

Pero, si nuestra vida se basa en la eterna búsqueda de la felicidad, tal y como dijo Aristóteles en el siglo IV a.C. Aristóteles decía que la felicidad es el objetivo al que tienden los seres humanos, entonces, ¿Qué es la felicidad, si tanto la perseguimos?, según su definición formal, la felicidad es: Estado de ánimo de la persona que se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que desea o por disfrutar de algo bueno. Entonces, según su definición podemos deducir que una persona “feliz” es una persona que se siente satisfecha o hace algo que le gusta, ¿cierto?, personalmente es una definición que me parece muy banal y vacía, porque si hacemos la relación, obtenemos lo siguiente: Nuestra vida se basa a la eterna búsqueda de la felicidad, que es hacer aquello que nos llena y nos gusta. Pero, si nuestra vida tiene como objetivo, el disfrute de la misma, ¿Por qué aún así somos tan desgraciados?

Desde mi punto de vista, la misma definición de “felicidad” es errónea. La felicidad es la ausencia de dolor, cuando no sentimos dolor (dolor psicológico) es cuando creemos que estamos felices, y podemos comparar nuestros momentos de debilidad con aquellos donde no la tuvimos, aquellos momentos donde creíamos estar “felices”.

Por lo tanto, el sentido de la vida reivindicado hace siglos, y aún actualmente, es desde mi opinión equivocado. El sentido de la vida no existe, no tenemos ninguna razón para la cual existir, la vida no se basa en la búsqueda de nada, la vida se basa en la evasión del dolor, en hacer aquello que nos aleje en mayor medida del que nos afecta de manera negativa.

Tomémonos un momento para pensar en nuestro día a día, ¿Qué hacemos?, nos levantamos, vamos al trabajo / centro de educación, dedicamos varias horas durante el día a eso. Llegamos a casa y lo que hacemos es intentar distraer nuestra mente, hacer algo que nos entretenga mínimamente para matar el tiempo más rápido, ¿Y para qué?, para pasar el día lo antes posible, y volver a repetir esta rutina constantemente esperando ansiosos que llegue el fin de semana, donde dedicamos nuestro tiempo al ocio para evadirnos de la triste realidad que estamos viviendo. Este ciclo se repite día tras día, año tras año, hasta el momento de nuestra muerte.

¿No es por lo tanto algo injusto? Porque estamos soportando esto día tras día, si tomamos la lógica por mano, podemos conseguir mediante una conexión básica algo curioso. Si la felicidad es la ausencia de dolor, ¿No sería por lo tanto la muerte la máxima manifestación de la felicidad? Cuando morimos, dejamos de sufrir dolor, ni físico ni psicológico, todo se va, todo se relaja, no hay dolor, está su plena ausencia, y es esta falta la que implica por lo tanto la plena felicidad.

 

Yo no creo que la definición de felicidad sea la ausencia del dolor. Supongo que el significado varía en función de cada persona pero creo haber sentido felicidad incluso en momentos donde el dolor estaba presente porque la toma de conciencia hace que tu cuerpo no se bloquee. Puedes estar rodeado de belleza y que aparentemente no te falte de nada y ser un ser desdichado, por lo tanto, me decanto más por una conciencia superior.

Siguiendo esa premisa, lo que no es blanco es negro pero la muerte, hasta la fecha y que yo sepa, no es un estado deseado para los seres vivos, mientras que la vida, con sus luces y sus sombras es la única oportunidad que tenemos para sentir.
Es interesante lo que planteas aunque no lo comparta. Dices que en la muerte todo se relaja, y ¿por qué no intentar que eso ocurra en vida?, al fin y al cabo, el dolor es un estado de ánimo y los estados de ánimo no somos nosotros sino algo mental. Podríamos controlarlo no te parece?

De todas formas, comparto contigo que el dolor del mundo está en nosotros mismos, somos gotas de agua en la inmensidad del océano así que no podemos estar plenos cuando el mundo entero sufre pero si podemos aportar un poco para que el dolor sea menor, está en nuestra actitud para con los seres que nos rodean, para con el planeta, los animales el respeto a la propia vida. Quizás la clave está en el AMOR, con mayúsculas... quizás no haya que buscar tanto fuera de nosotros mismos, quizás haya que dar más y esperar menos... quizás...


Un abrazo,

Palmira

 

Dices que en la muerte todo se relaja, y ¿por qué no intentar que eso ocurra en vida?, al fin y al cabo, el dolor es un estado de ánimo y los estados de ánimo no somos nosotros sino algo mental. Podríamos controlarlo no te parece?

Palmira[/QUOTE]


¿Entonces nosotros qué somos como tal? ¿Mente y cuerpo? ¿Solo cuerpo o solo mente? Tal vez somos psique y conciencia imperecedera, aunque esa conciencia muera junto al cerebro fisiológicamente.Creo que nunca en mi humana vida me planteé buscar la felicidad, sino más bien la paz.La paz en un concepto de equilibrio entre mi ego; el ego de quién nos creó(tal vez),una estabilidad frente a los otros y disminución del autoodio.Aunque todo se ve avasallado frente a los errores irreparables, que aunque nos ayuden a mejorar y evolucionar, siempre dejarán esa herida latente en la garganta, en cada respiro, como trofeos de éter o alas vacías.

 

Vaya lectura me he dado.

Debo empezar por agradecer que compartas tus pensamientos, y señalo tuyos por cuanto no mencionas a nadie más.

Lo segundo es disculparme por usar el coloquial tuteo, por cuanto noto la edad y es necesario aproximarse a las ideas jóvenes en un plano personal dejando un poco el respeto a la autoridad que otorga el "usted" sobre el "tú".

Dicho la anterior paso a responder las preguntas que haces (claro desde mi opinión personal).

“¿Qué sentido tiene mi vida?” : El sentido que quieras darle.

"¿Qué es la felicidad, si tanto la perseguimos?" : acá se complica por cuanto haces dos preguntas en una, o bien haces una pregunta con tendencia.

Consideremos* primero que sean dos preguntas:
¿Qué es la felicidad? : es aquello que aceptes por tal.
¿Por qué la perseguimos? : porque la consideras deseable.

Y ahora consideremos una sola pregunta con tendencia:

¿Por qué perseguimos tanto la felicidad si no sabemos en qué consiste? : Porque solemos desear lo desconocido.

“Pero, si nuestra vida tiene como objetivo, el disfrute de la misma, ¿Por qué aún así somos tan desgraciados?” : Aquí antepones una condicionante a tu pregunta, lo que por supuesto anula a la misma.
La condicionante es falsa, por cuanto asumes que todos buscan disfrutar la vida siendo felices. Pero no todos buscan eso. Es una situación demasiado íntima para expandirla a todos.

Otra cosa es decir:
“Pero, si MI vida tiene como objetivo, el disfrute de la misma, ¿Por qué aún así SOY tan desgraciado?” : En tal caso lo más probable es que no tengas claro tu fuente de felicidad, ni tu fuente de placer, ni tu objetivo en la vida, ni tus propios sentimientos.

Pero dejemos eso de lado y sigamos.

Sobre tu postulado de "la felicidad es la ausencia de dolor": para mi modo de ver, tienes razón temporal, no perenne.

Me explico; por un accidente, durante seis meses permanecí en cama con un fuerte problema lumbar. El dolor era constante e intenso, no podía permanecer sentado más de cinco minutos, los médicos me recomendaban operarme y el riesgo de quedar inválido era alto.

“La felicidad es la ausencia de dolor”, fue una realidad en mi vida.
Empero, la terapia y medicamentos me ayudaron a recuperarme, y el dolor fue cediendo. A los siete meses ya podia permanecer sentado hasta una hora y podía caminar algo, demoré ocho meses en recuperarme a las actividades normales. Al cabo de un año estaba totalmente recuperado. La ausencia de dolor ya no era felicidad.

Hace pocos meses tuve otro problema de salud, ahora más grave. Un ACV (accidente cerebro vascular), dejó dos coágulos en mi cerebro. Ahora la ausencia de dolor no era mi felicidad, ahora mi felicidad era no preocuparme por mi cerebro y mi vida.

Como podrás notar, no soy una persona físicamente fuerte y con excelente salud. Sin embargo soy un profesional, todavía con algo de dislexia, trabajador y padre de familia. Y no es que sea feliz: me considero feliz.

Tuve varios percances con la muerte, no solo los dos mencionados arriba.

Lo curioso es que yo jamás busqué esos eventos, simplemente aparecieron. He visto a la muerte cara y cara, y esto no me ha hecho más valiente ni más fuerte, ni más cínico ni más humano. Sigo siendo el mismo ser imperfecto que era desde mi nacimiento.

Si le buscas un significado a la vida es simplemente porque tienes tiempo suficiente para buscarlo. Muchos otros no buscan y simplemente viven. Otros en cambio se vieron forzados a buscarle significado a la vida, porque de lo contrario se dejarían llevar fácilmente por la muerte.

De pronto buscar algo sobre Victor Frankl pueda ayudarte a definir mejor tus preguntas. O tal vez buscar algo sobre Monty Phyton

Te deseo suerte en el camino.




Nota: “consideremos” es una invitación a que notes otras formas de ver.