Septiembre-Imagen 6 - Meditación al ocaso

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Meditación al ocaso

Al final del camino está el ocaso
y tú, bella mujer, sedente en silla,
contemplas la absoluta maravilla
de ver que el horizonte, en su regazo,
acoge al astro rey con un abrazo;
el cielo de colores se maquilla
con la purpúrea luz con la que brilla
el sol que ya declina paso a paso.

Junto al sendero observas el paisaje
mostrando la elegancia de tus piernas
cruzadas a la orilla del camino.
Enfundas tu belleza en ese traje
azul, y tus miradas tristes, tiernas,
parecen meditar en tu destino.

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No me atrevo a asegurar un tanto por ciento, pero en el ciento y en el mientras tanto somos contemplación... Seguro.
Al ocaso se encaminan las miradas desde cualquier edad o estado; pero que buenas las vistas y las esperas.
Si esta imagen tuviera seis olivos a cada parte del camino-acceso, juraría que era mi casa, je je.
Se agradecen los buenos sonetos, y a eso vengo.
Un abrazo en esta mañana libre de campos y de naranjos.

 

Gracias amigo por la opinión que me dejas aquí siempre imbuida por la profundidad de tus comentarios.

Un cordial saludo.

 

Gracias de veras LigiA por pasar y comentar esta inspiración en forma de soneto que la imagen de esta elegante mujer, sedente al borde del camino, me produjo.

Tus comentarios los tengo siempre en alta consideración, estimada poeta.

Un abrazo.

 

Tendría que crear un archivo con el nombre "Comentarios de Alonso Vicent" para guardar los que me dejas, amigo, porque en pocas líneas dejas trozos de una elegante prosa poética llena de referencias personales, como esos olivos que dices que faltan en la imagen para identificar ese camino con el que lleva a tu hogar, o esa alusión a los naranjos de los que te liberas los fines de semana... Es un verdadero placer leer tus comentarios, amigo, y tu poesía también.

Un abrazo.

 

Es un verdadero gusto contemplar con qué aparente facilidad conviertes las imágenes en sonetos. Todo un placer de lectura.
Mis saludos cordiales,
Eva