Ser animal.

Desde aquí, a tanta distancia
lo puedo sentir, y me desgarra,
como desgarran su piel,
al verlos sufrir.

Fluye algo, que antes
no había experimentado,
no es impotencia, ni repudio,
y hace sentirme humillado.

Pareciera que con su pelaje
se esfumara su ser,
y solo quedase su cuerpo
inerte sin saber que es.

Le llamamos animal,
y me pregunto:
¿Es acaso eso verdad?

Si ser animal significa
carecer de malicia, de crueldad,
de ese instinto de matar por matar,
de sentirse superior ante todo lo demás.

Entonces prefiero dejar mi intelecto,
(Verdadera cualidad de la humanidad)
y ser solo un animal más,
aunque eso signifique que me cazaran.

Y no para devorarme,
pues no es mi depredador natural
aquel que me persigue y me despelleja,
para fomentar la crueldad.

Para convertirme en trofeo
y reír con mi sufrimiento,
para convertirme en eso
tan repugnante, que llaman dinero.

 

Excelente! Cómo es posible que este poema se pasara por alto! Desde el principio me atrajo, llevándome a ese final tan acertado. Es cierto.. a veces tiene más dignidad el convertirse en un simple animal y no tener la máscara del dinero encima. Un gusto leerte!
Un abrazo,
La Mariposa Arrabalera

 

Gracias, eres mi primer comentario.