Ser muerto

Coloqué el cuerpo
en la esquina aquella de un montículo arenoso,
que se iba corriendo poco a poco
al recorrido sigiloso del río caudaloso.

Y la noche
tan alta como mi crimen
que aun no tenía reposo
pasaba por lo secreto de no ser visto
en sus mantos oscuros tenebrosos.

Me creí libre de haberme deshecho
de lo que sin vida era un estorbo
mientras mis manos pintadas
acusaban el crimen
frente a mis ojos.

Salí rápidamente
huyendo en el auto
asustado y riendo majestuoso
por el plan bien llevado

y regresando a mi mundo
mas allá de lo que había pasado
lavé mis manos acusadas
pretendendo olvidar durmiendo
lo que había pasado.

Mas al despertar al día siguiente
me encontré acostado con el ser muerto
que yo mismo al río
había lanzado.
​

 

Paseo por este rumbo dejando un saludo en los versos con los ceros...

Mis respetos en un abrazo regio,