Serie mobiliario urbano (MU 11) Buzón de correos

Referencia de imagen: fuente propia. Buzón de correo en la calle Sangenjo, esquina a la de Fermín Caballero. Madrid.

Cuando las cartas eran tanto (y fueron),
¡cuanta pasión llenaba esa alcancía!
Cuanta doliente ausencia convirtieron
casi en presencia allá, en su lejanía.
Cuantos sueños que fueron y vinieron
transcribió su febril caligrafía.
Y el mensaje con alas, peregrino,
del buzón despegaba a su destino.

 

era lindo cuando uno escribía una carta.

todo el tiempo que se demoraba en llegar la respuesta nos mantenía vivo y siempre pensando en ella. Ahora las computadoras nos hacen vivir mucho más rápido y se pierde ese gustito de la espera.

un placer leerte, y no olvidemos escribir una carta de vez en cuando.

saludos.

 

Los buzones de correos ,ahora apenás se usan ,pero antaño erán comunes a todos..En Logroño habia uno que era la boca de un león ( parecido al león de la metro) y echando alla las cartas llegaban antes ( o eso decian) ..ahora lo he recordado ese buzón tan original...besos Francisco ,preciosos y nostalgicos poemas.

 

El gran Miguel Hernandez escribió varios poemas magníficos sobre el tema de las cartas, su poder taumatúrgico, y su asociación con las palomas (antiguamente usadas como portadoras de mensajes):

"aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo esté,
escríbeme a la tierra,
que yo te escribiré ..."

"el palomar de la cartas
abre su impasible vuelo ..."

Es un tema nostálgico y evocador.

Gracias por prestarle atención, Diego.

 

En efecto, eran como totemes mágicos ante las distancias insalvables para el corazón. Un beso, Pilar,

 

Es verdad, cuántas ilusiones viajaban en esas cartas, cuántas esperanzas... Lindos versos...

 

Gracias, Cherry_love, por tu lectura y tu gentil cometario.

Un saludo,

 

Admiro esa capacidad que tienes de hacer arte, poesia, de cada cosa...Fascinante lo tuyo Francisco.Siempre es un placer visitarte,amigo
Cariños
Ximena

 

¿Qué decir, Ximena? El don de componer es tan voluble; ahora mismo paso por un bache. Me encuentro en aquella disposición que inmortalizó Bécquer: "... y una voz, como Lázaro espera/que le diga: - ¡Levántate y anda!". Paciencia ... y gracias por tus ánimos.

Un beso,