Si alguna vez soñamos...

Dale agro de la vida en tu roqueño
el amparo a mi rostro desahuciado,
cúbreme con la espiga aire sureño,
que vivo, hoy en la muerte, he despertado.

He flotado en los ríos como leño,
mi corazón sus ojos ha cegado,
mi muerte despertó del vivo ensueño,
sueño que el amor es sin ser soñado.

Y pienso en mi sudario ya marchito
como de noche en noche perecemos
de silencio en silencio por un grito.

Si alguna vez soñamos eso haremos,
-triste la noche, triste noche inerte-
despertar en el sueño de la muerte.