Si supieras

Estrujado está el corazón, en medio de la bóveda
se agita la gris tormenta, impasible surca el viento
en las velas de un débil barco; hiere el mar, se arremolina,
en una confusa bruma se disuelven una a una las
gotas de la miseria... Azotan las olas, bajo la quilla
se retuerce el mar llevándose trozos de mi ser. En el ocaso
vislumbro, en la intemperie, un ángel que zozobra; su aliento
llega hasta mi como una lumbre y la amo en medio de la tormenta.

Parte la negra paloma, vuela con alas enjutas hasta perderse
en el poniente, mas la sigo con el pensamiento,
en medio de mullidas nubes de ensueño permanece constante,
sin alardes de grandeza roba de hito en hito mis letras.
De marras sé que el cincel que la esculpió en la roca virgen,
en el más puro granito de la isla de los poetas y bandidos,
hermana de mi sangre, se ha perdido para siempre... velo
toda la noche su incorpóreo cuerpo, fruto de mis delirios,
un vaho asciende, me envuelve, es su alma que ha partido....
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!Ah! Si supieras, si tan sólo sintieras, si el céfiro
te hablará de mí, quizá no estaría sufriendo... mas la libertad
tuya la acarician otras manos... la gélida espera
me expide un pase hacia el heterogéneo campo, en un
débil coche recorro una a una las puertas y no me atrevo
a tocar siquiera...
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Intenso desahogo, por demas suplicante pero lleno de tanta verdad... a veces si nuestra musa supiera cuanto influye en nuestro verso no cabría ni siquiera en su cuerpo. Un fuerte abrazo sentido poeta!