Si todo es posible, nada lo es también

Dentro de mí estoy gritando
a todo pulmón.
Me duele el corazón...
No puedo evitarlo, ni liberarlo.

Me siento un bobo,
no sé cómo expresarlo.
Y me quedo callado,
esperando, actuando,
rompiéndome en trozos
para no sentirme solo.

Entre las grietas,
la oscuridad repta,
se cuela en mi alma
y desesperadamente exige esperanza.
Se abalanza hacia mi garganta,
me corta la respiración,
corrompe mi ambición.

Absorbe los colores,
se adueña de mis dones,
devora los restos de mi alma,
dejándome en silencio con la Nada.

—Siempre estaré contigo —
me dice con un suspiro.
—Nunca jamás habrá modo…
¡La Nada lo es todo! —

 

Dicen por ahí que si todos somos especiales significa que nadie lo es. Sin embargo, construimos nuestra individualidad con elementos que interiorizamos del medio, y las sombras pesan más de lo que valen. En el fondo todos nos hacemos compañía porque estamos solos de todos.
Gracias por compartir, compañero Nicolás. Saludos cordiales.

 

Me gustó mucho tu escrito. Una manera increíble de expresar la manera de sentirte solo y cómo ella trepa entre todas tus partes.
Excelente escrito, Niko 95. Un gusto leerte, saludo cordial.
Azalea.

 

No hay nada, como la compañía. Un placer leer, amigo Niko. Saludos.