Si un dia mi recuero se lo lleva el viento.

Se vistió de gala, su ropaje negro como la noche,
sus mejillas arreboladas en crisoles del amanecer,
sus ojos como opalos en cristal palido,
su rostro impávido y sereno.

Sus invitados en mantos de nieve se lucian,
sus mesas adornadas de libelulas danzarinas,
el banquete una gran fuente de lágrimas,
su musica una sonata de pesares.

Sus danzarines en baile de nostalgia,
la miraban en adios de tristeza;
FINALMENTE el paso a la reina,
en viaje de carroza como la cenicienta.

Afuera el cielo llorando cristales de plata,
su desfile entre suspiros de viento,
en mortaja de muerte su aposento;
nube de algodon se asoma a la planta.

Adornando estan claveles, lirios, rosas
y gardenias su gran pasarela de la gloria eterna,
alla a lo lejos se oye el canto del cardenal
en lamento de dolor, se adorna el viento.

La casa real una gran cuna de grises matices,
arruyan a la dama en su descanso final,
el ángel de la oscuridad y una gran lapida,
¿porqué gritan los hijos?
y un silencio de muerte la respuesta final.

_Una inscripcion de recuerdo:

¡No le lloren al viento, amen el recuerdo
de lo que en vida fue mi legado,
que en donde estoy no llega el viento!

 

Eso fue una escena cinematográfica en mi mente. Ha sido maravilloso experimentar con el mundo que contiene.
El epitafio es estruendoso. Un final que sella una historia gris maravillosa.

 

gracias por estar en primera fila saludos