Si uno dice que es un loco, entonces no lo es...

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Si uno dice que es un loco, entonces no lo es,
porque los locos no saben que están locos
y esta es una forma efectiva de engañar a los psi, 100% garantizada.
Pongámoslo así, uno paga a los psi no por curarse uno, sino por curarlos a ellos,
y creo que este es uno de los pocos hipo-campos donde el curandero
es el enfermo y viceversa (favor, no pensar en Benedetti al leer esta última palabra).
Por mi parte, a veces sueño que vuelo como Son Gokū,
eso me llena el espíritu, sabes,
y adelantándome a algún freudiano que pudiera estar oyendo tras la puerta,
digo abiertamente y lo grito, tenga o no razón, que Freud era un homosexual reprimido,
de tal manera que si por algún sueño me lo topo volando cerca de mí
le ofrecería amablemente tener relaciones sexuales con mi novia,
digo, hay que aplicar el método científico;
olvidé decir que no soy ningún homófono… homofo…
bueno, yo sabía la palabra, la sabía, la olvidé, la olvidé, sí, sí,
digamos que tengo problemas de memoria, me moría, memo, ¡ría! (Ja, Ja, Ja, Ja, Ja)





¿Puedo canturrear un poco?
Ta ta ta tannnnnnnnnnnn
Ta ta ta tannnnnnnnnnnn
Seguramente usted conocerá este motivo, es muy bueno.
Yo sí pude identificarlo cuando me lo tararearon por escrito.






Uhm, ¿sabe?, me acordé de un chiste que dice más o menos así:
entra una señora al almacén y le dice al que vende: –señor, ¿a cuánto tiene los huevos?
–Y a 2 centímetros del ojete –exclamó el princeso–, ¿no gustaría pasar a tomar una tacita de hardcore en vez de estar imaginando esa bazofia de las 50 fálico-sombras del psi-porno idíldico pop femme?, digo, la calentura es calentura, haya o no nocturnos de Chopin.
–¡Oiga!, ¿no seré mucha mujer para usted? –repuso la dama inverosímilmente, ¡inverosímilmente!
–No se preocupe, lo que usted tiene de carne yo lo tengo de perspicacia… pase usted...
–Después de usted...
–No, después de usted...
–No, no, después de usted...
Están a punto de entrar tras bambalinas… aparece el chavo y jode la escena.
–Fue sin querer queriendo –dice...
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El chavo, la mejor parte. Saludos.