Siempre en distinto.

No sé cómo hace para llover siempre en distinto.
Con corriente enajenada.
Con gaviotas luz deslizándose entre el vidrio y mis ojos.​

No sé cómo hace para oler a media tarde empañada
por fuera, por dentro…
y los autos citadinos mojándote las lágrimas.​

No sé cómo se las arregla sin café ni cicatrices sanas
la hora de recoger colores.
Los paraguas… los paraguas lloviendo sentimientos.

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Octubre y lluvia erosiva en las venas del alma. 2016. César Guevara​

 

Son tantas las causas de esa lluvia que empaña los ojos, mientras toma un color más de vida para seguir adelante bajo el paraguas de la esperanza. Me encantó amigo mío. Un gran gusto empaparme en tus versos. Un abracito tierno.

 

Gracias, Rosa de Costa Rica. La lluvia también es esperanza de nueva vida, de verde nuevo en el corazón. ¿Por qué será triste entonces?

 

César...
Siempre en distinto es la lluvia que brota de nuestro interior, ya que en algunas oportunidades están llenas de melancolía, otras veces son de felicidad, por eso bajo los paraguas siempre se renueva la esperanza, especialmente la de vivir, encantada de volver a leer tus versos, aunque esta vez estén cargados de nostalgia, al menos es lo que sentí al leerlos.
Saludos cordiales, poeta.

 

Es un placer César!

Quizás porque los motivos que la inspiran se han adherido tanto a nuestro corazón que la sentimos como si nos quitaran un fragmento de él, y quizás así sea, pero la cicatriz que deja, es tierra nueva para sembrar flores de esperanza, más fuertes y coloridas que las anteriores.

Muuuaaccckkkk!

 

Pasos debajo del paraguas
pasos, pasos.
Elongados, húmedos de lluvia percolada a través de los zapatos rojos, negros, sumergidos.
Pasos escondiendo la mirada
apurados como una primavera
pasos de tacón y sin tacón los pasos
urgentes, ingentes pasos azules
en la nariz y la hostia
pasos...

Ambrosía de ajenjo y de cardo
los pasos en medio de la lluvia.


Gracias por haber estado. Que estés bien, poeta.

 

Algo se va llevando entre el tormento de las gotas estrelladas y la corriente turbia que baja, baja implacable como una ley universal. Que la cicatriz, la muerte, sirva para la nueva vida como dices.

Gracias por tu hermoso afecto.

 

Lluvia, más lluvia
claras y putrefactas
sobre el paraguas,
Los pasos se consagran
al andar por la vida.​

Gracias a ti, poeta, por responder con esos versos que me han inspirados estos otros que dejo junto a mis huellas.
Saludos con mis deseos de que tú, también estés bien.

​

 

Cesar, intenso y emotivo te presentas con estos versos mojados por la lluvia que a tu alma ha alcanzado, la lluvia es agua y el agua es purificación, no importa de donde venga lo valioso es a donde va, a calmar la sequía, a limpiar las heridas, a bautizar un nuevo destino con el paraguas presto a destilar diversos sentimientos.
Un placer posarme en tu divina inspiración. Mi especial saludo paisanito.

 

Que melancolía tan húmeda hermanaso, toma te dejo un trago de cocuy y medio limón, un fuerte abraso estimado.

 

Gracias por tus buenos deseos y tus versos, poeta. Que también tú estés bien.

 

Gracias, paisana. Sí, respiro el agua y su atmósfera. Gracias por haber venido hasta estas letras de estrépito causado por la lluvia.

 

Siempre llueve distinto, desde el alma, el corazón, los ojos, y desde el cielo y los sentimientos son diferentes. Bellísimo poema. Encantada de leerte. Saludos y Bendiciones.

 

Muy hermoso tu poema melancólico en el cual plasmas tus sentimientos con la imagen de la lluvia. Encantada de leerte. Un fuerte abrazo amigo.

 

Me identifico mucho con tu bellísimo poema, la lluvia despeierta en mí sentimientos diversos todos en el ordén melancólico. Mucha belleza, talento y sensibilidad en tus esplendidas y sentidas letaras amigo Cesar. Un abrazo. Paco.

 

Cocuy para la lluvia. Que la aspereza reconfortante del licor, más la amistad hagan la diferencia. Muchas gracias, mi pana.

 

Ah, muchas gracias. Usted siempre generoso, compañero, con sus apreciaciones. Un abrazo cordial.

 

Sí... siempre llueve distinto. Y siempre transporta hacia un no sé qué en el adentro. No hay manera de que pueda permanecer indiferente ante la lluvia. Siempra me moja, por abrigado que esté bajo los siete techos.

Gracias por haber estado aquí y por tus bendiciones, amiga.


PD: Quién sabe si es que somos, en el fondo, hijos de la lluvia.

 

Cada vez que llueve se me desbordan los sentimientos. Gracias por venir, Paloma. Gracias por tu abrazo.

 

Sí, es el poder de la luvia. En ella viaja escondida la vida... en forma misteriosamente transparente para nuestros ojos. Muchas gracias por venir a visitar estas letras de lluvia en la calle, en la ventana.

Un abrazo que vuele hasta tu rincón del mundo. No sé si te he dicho antes que me encanta la imagen que colocas como firma.