Siempre; mirar con amor

La rosa, con color inexplicable, según la tristeza de sus ojos
El cielo, totalemente suyo, enviándole besos con el viento
El suelo, subiendo y bajando al ritmo de sus caderas
Dios, a la derecha o a la izquierda, según el humor de sus labios
Un lunar, arriba o abajo, según las ganas.

El olor de su pecho, según su valentía fresca
El aura, siempre, siempre, siempre
El mar, con velas encendidas por toda su orilla, cuando recorre las arenas
El silencio, alcahuete de su locura
La catarina, de esos colores, rojo por su piel y negro por su mejor noche

El sol, en la tarde, lo indescriptible de sus ojos
Un grito en el mundo, por su felicidad
Una canción,siempre tatuada en su alma como flores secas
Una biblia, como sonrisa en su alma
Yo, desde mis adentros, pensándole.
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Una belleza, un poema magnífico, soberbio, muy lindo.

 

Soberbio. Me hizo sonreír.