Siempre Santander.

Turquesa el agua rompe contra la Magdalena,
lleva el cielo y los prados en ella.
Santander gime en viento sur,
y su roja melena despeinada,
se cierne hoy en las alturas y manda.​

Santander siempre se inflama,
no se puede contener:
Santander es mi alma.​

Nací en esta tierra que no me pudo sujetar,
y voy buscando siempre mi norte,
latiendo en sangre roja del sur,
como tus vientos Santander,
Santander… ¡como tú!​

 

Santander es mi alma....

Bellísimo poema. Me han dicho que durante la crisis del volcán Santander estuvo de bote en bote (nunca mejor dicho) que parecía que fuese temporada alta. Desde aquí, en Benidorm, salieron una mañana, según me han contado, 300 autocares con destino al puerto de Santander para que los repatriara la Royal Navy. Me imagino que, ayudados por el buen tiempo de aquellos días, tu ciudad recobraría la condición de capital del turismo que podía verse en aquella película mítica 'Pierna creciente, falda menguante' ¿Te acuerdas? Luis.