Siempre vivirás

Germinamos en tantos,
hijos,
Herencia de hombres y tantos otros,
Trozos de alma, Que viven en la sangre nuestra,
Más no morimos,
Sino que seguimos viviendo en nuestros hijos,
Y en los hijos de sus hijos,
Para así condenar nuestra vida,
Y nuestra gloria,
Eternamente,
En un circuito de viento,
Como música estremecida,
Con voz de flauta y caricias,
Abundante la vida !
Que sucurre los peldaños de este mundo,
Con los ojos de un nacido cristalino,
O el palpitar de un corazón moribundo,
Que siempre vivirá, Mientras vivan los niños !
Como el fruto que deja su semilla,
Y vuelve a caminar en la tierra...