Sigo dando color a cielos grises

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Siempre necesité de fantasía,
desde mi infancia gris busqué el color.
para dejarte atrás, melancolía,
mis alas inventé contra el dolor

Sobre el azul del mar fui la gaviota
que siguiendo la ruta de un velero,
vio en la faz del marino la derrota
de quien es del destino prisionero.

En la arena del mar dejé mis huellas
que, indiferentes, borraran las olas
No las puedo culpar ¿Qué saben ellas,
del triunfo que es hallarse, estando a solas?

Sigo dando color a cielos grises
a pesar de mis muchas cicatrices.​

 

Asi es por suerte, el cielo no puede negar su azul por mucho tiempo.
Gracias Sergio.
Un abrazo.
Isabel

 

Ay, mi querida Camy, quisiera tener esa varita mágica que convierte los días grises, en especiales. Creo desde niña aprendí a hacer luminosos los grises; era una tarea de la imaginación y de la fantasía.
Tus comentarios son verdaderas joyas de prosa poética, un regalo.
Muchas gracias, mi niña.
Un abrazo grande, con cariño.
Isabel