Silueta de Satén

Ve lo que nadie puede distinguir
y escucha lo que nadie quiere escuchar.
Su respiración apenas te dejará discernir,
pero su fuerte presencia colma el ambiente sin más.

Como una silueta de satén invisible
se desliza por el espacio delicadamente
procurando que su avanzar sea irreconocible
para aquellos que discurren torpemente.

Sin embargo, aunque su figura muestre una infinita frialdad,
el brillo de sus ojos guarda una letal vehemencia
y el fuego que su tez arroja sin piedad
abrasa a la más firme y sólida de las conciencias.

Quizás no la notes
pero descansa a tu lado;
tal vez se acerque y te toque
y tu corazón se active, acelerado.
Aun así no sabrás el origen de esa sensación
ni descubrirás la esencia que de su piel emana,
ni la calidez con la que sus sentidos envuelven la estancia,
pero habrás estado cerca de ella, y ese es un obsequio para atesorar en tu corazón.

 

¡¡FELIZ NAVIDAD!!