Simulando el dolor

Me vestiré de grana para disimular el dolor,
largaré una sonrisa fingida,
yo sé que es grande el lamento
y así será mi mentira.
Me ataviaré de oro cubriendo la pena,
le echaré perfume a mi fetidez,
secaré mis lágrimas de suma agonía
y a mi rostro y frente los erguiré.

Hablaré despacio para que no se note
la ronca voz por mis quejumbres,
broncearé mi rostro por largo tiempo
para tapar la palidez que me cubre.
No haré notar la extrema tristeza
y con disimulo y rostro fingido
yo tapiaré mi rostro penoso
frente a mi gente y a mis amigos.

Jamás sabrán de mi alma mustia,
yo no quisiera que sepan,
reiré de manera constante
cubriendo así mi vergüenza.
No les diré de mis lamentos
ni tampoco de mis quejas,
yo sólo cubriré mis llantos;
lo arreglaré con Dios y con ella.