Sin ella.

Ya la he olvidado.
Pero me hipnotizó.
Me hizo estar alegre y contento.
Y sentí como que soy un portento.


Muy importante e imponente. Inquietante e inmanente. Flor de Lis, del Boy Scout.


Águila calva americana, en el Lejano Oeste.
Águila que devora serpiente, en la bandera de Méjico.
Me sentí tan digno y noble...
Tan fanático del Islam...


¡ Ah, no ! Guerra santa es como calor frío, o agua seca. Una contradicción.


¡ Ah, no ! Allah es grande, y Mahoma, su profeta. Pero Alláh no quiere ser violento.
Y me dejó.
Como gato panza arriba, se defiende.
Esa mujer, deprisa, aprende y me sorprende.





Se enfureció. Se limpió el polvo, con las manos. Y me dijo: ¡ Somos hermanos !


Ahí te quedas, petimetre.
So mindundi.
Insignificante...
Arroz con leche.


Y le respondí: Soy chocolate puro. Tableta, y no muro. Y yo ya soy.

 

Hermoso poema, como siempre.

 

Claro. Soy bueno. Me alegro mucho.
Creo que todos lo somos.
Buenos.
Sinceramente...
Y eso puede ser muy aburrido.
Porque en las películas de cine, tienen que pasar cosas malas.

 

Si llegan a pasar pues nos reímos también.
Celebremos!

 

Ya, pero ¡ Yo quiero mi dinero ! Lo he merecido. Sniff. Estoy borracho, y...
Soy un poeta, ¡ Hics ! Enorme...
Te lo puedo asegurar, sniff.
Vamos a la posada...
Ay, mi cartera. ¡ Se la ha llevado el dueño de la mochila !
Ese hombre, que va por la acera de enfrente. Oh, no, la tengo aquí.
Sí, en el bolsillo de la chaqueta. ¿ Tienes las llaves ?
Y yo quiero...
Un café irlandés.
¡ Quiero ! ¿ Volvemos a la taberna ?

 

Pues claro. Hoy, yo invito !