Sin escudo

En la alas de la madrugada

pose un suspiro en tu cintura.

Y en brisa tenue murmura

deseos mi alma enamorada.


Entre en tu sueño sin armadura

al castillo de tu cuerpo desnudo,

y con el rayo de sol más agudo

acaricie el espacio de tu dulzura.


Éxtasis cada roce sin censura,

el amor liberado de cerrojos,

y la pasión nacida de Ternura


No quiero abrir los ojos

al mundo donde acudo,

prefiero morir en tus antojos

que vivir usando escudo.

 

Abrirnos al Amor, y descubrir en él, el pasaporte. El carnet de identidad. Y el permiso de conducción. Incluso, unos zapatos. O una cita con el médico dentista. A veces, necesitamos el escudo. Porque sentimos que no somos nada. Ante los demás... No valgo, no cuento, no empujo, no animo, no doto, no creo ( de crear ). ¿ A qué me dedico, entonces ? A defenderme. Soy brizna de hierba. Pero es que, claro, Dios está en todas partes. No sólo en el cielo. También está presente, en la brizna de hierba.

 

Gracias..!!

 

Gracias

 

Muy bello, sugerentes imagenes y certeras metáforas, me ha gustado mucho. Abrazote navideño. Paco.

 

Gracias