Sin habla

Hoy siento el valor de pensar
Que me siento insatisfecha.
Que los pesares son muchos
Y las fortunas escasas.
Que el amor se desperdicia
Y muere en el vacío
De palabras prohibidas
Acciones equivocadas.
Que la locura nos cobra la renta
Y solo quien tiene la rebeldía libre
Puede quedarse.
Hoy quiero pensar que el poder
De muchos castiga a pocos
Que el juicio de los hombres
Es solo la ilusión de los convenientes.
Hoy quiero pensar en aquellos
Que justifican sus errores
Porque se encuentran encerrados
En el dominio de un amor aplaudido.
Que son apuñalados con la daga
Que enseñaron a forjar
Y caminan a ciegas
Protegiendo el peligro
De estos aprendices que solo saben juzgar.
Hoy me arriesgo a pensar
En los hombres y mujeres
Atrapados en un juego sin sentido
Para sentir un poco,
Que se atreven a pensar libres
Y son condenados por la indiferencia.
Hoy siento el valor de pensar
En mis palabras no dichas
Porque mi lenguaje entre
Muchos oyentes son mudos
E inaudibles.

 

No te preocupes, mujer.
Cada cosa, a su debido tiempo.
El Ego es indestructible.
Conviene integrarlo o adecuarlo.
Puesto que es como un dibujo de cada uno de nosotros.


Lo que tú piensas de ti misma, va contigo a todas partes.


Y lo que te haces a ti, en la intimidad, también repercute en una elaboración postrer, de la materia prima.
Como si fueras un bizcocho de limón, que luego entrará en el horno.
En suma: Somos alimentos provechosos, indicados para distintos banquetes, y a veces, somos medicinales.
Con lo cuál, ese Ego ( la imagen mental que uno atesora, de sí mismo ) deviene en bizcocho de limón, infusión de jengibre, paella valenciana, arroz con conejo o aspirina efervescente.


Incluso el gel de baño, podría ser substancioso, y digno de los mejores paladares ( la piel también reconoce texturas y aromas ).


De ahí que nuestra identidad se vea vapuleada constantemente, por aquello que más nos gusta.
Así, ¿ Con qué alimentos te sientes identificada ?
¿ Con qué ungüentos ?
¿ Con qué aceites ?





¿ Lo ves ? Todos estamos fundidos, en cada Momento. Fundidos quiere decir...


Expuestos en el escaparate.
Es por ello que la gente se toma licencias, a veces.
Y dice: " A la vejez, viruelas. "
O " a otro perro, con ese hueso. " Hay gente prevenida, que vale por dos. Y no es indiferencia, siempre. Sino que el necio grita, el listo opina, y el sabio calla. Como reza un proverbio chino. Dado que el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho. Como enunció Miguel de Cervantes Saavedra.