Sin ilusión no hay esperanza.

En mis pensamientos abunda mucho las falsas esperanzas,
así como el desamparo de una mala vida.

Tras las cortinas de mis sueños,
existe aquel mar rojo lleno de lágrimas retenidas,
quemadas por el mismo miedo
de perder las y yo ya no ser su dueño.

Sin querer me hice dependiente,
de lo que parece ser un dolor digno de un necio,
digno de la ignorancia que dentro de mi crece.

¿Sabes? Tengo el presentimiento de que ya es hora.
Oh querido sueño no sabes cuanto te extrañaré,
pero tengo que volver a mi realidad,
donde todo es diferente,
diferente a lo que siempre soñaste.

No se si deba borrarte para siempre de mi mente,
pues ya no hay espacio en el mar de lágrimas,
mas si en el espacio de recuerdos decentes,
pero temo no volver a recuperar esos recuerdos preciados,
pues recuerdos así son muy escasos.

Y solo me queda por decir una cosa...

Esperaré el día en que mi ilusión
sea nada mas que una buena realidad,
así como poder expresar lágrimas en una canción,
y que el volver al pasado ya no sea una debilidad.

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