Sin Más Palabras

Te di tantas palabras que ahora que te fuiste
ya no sé cómo hablar con el mundo;
mi mundo era el nuestro.
No me extraña que ésta tierra de todos
no me entienda ni yo a ella;
estuvimos mucho tiempo incomunicados.

Yo dependía de nuestro amor y de vos;
caminaba por la vida sin más necesidad
que tu compañía, compañera.

Prendado de tu anhelo de “envejecer juntos”,
sin importarme el ocaso venidero, por el regocijo
de vivirlo entre ambos, iba por la vida indiferente
y sin más refugio que nuestros cuerpos dedicados
y nuestra dicha de madurar día a día el interés
de nuestras miradas y caricias, y, por supuesto,
hasta hace un tiempo, nuestro criterio afín.

Pero por decisión tuya y conformidad mía,
hoy nos despedimos, y como dije,
me topé de golpe con un planeta desconocido
para el que no tengo palabras ni él para mí.

Si tuviera al menos las de amor…
Pero no puedo reclamártelas, porque en mí,
la palabra dada siempre fue ley y código
y porque lo que se da no se quita y porque
algún día, al envejecer distantes,
las podrías necesitar.

Por mi parte, de aquí en más,
veré cómo me entiendo con el mundo.

 

el vivir tanto tiempo con la confianza que durara toda la vida que dificil empezar de nuevo... saludos poeta un gusto visitaros

 

Un placer visitarte. felicidades.

Saludos,

 

Y parece que hay que pasar por ello como por la muerte de un ser querido.
Muchas gracias, poeta por tu atención y gentil comentario.
Saludos.

 

Muy original e ingenioso, bonitos versos. Saludos de tu amigo A.G.

 

Interesante y hermoso, un placer leerte
alberthy

 

Muchas gracias, Rogelio, mío es el placer de tu visita.
Saludos.

 

Muchas gracias, Alberthy, es mío el placer de tu atención.
Saludos.

 

Muchas gracias, Alma Grande, un gusto el de tu visita.
Saludos, amigo.

 

Hermoso poema que trasluce divina inspiración, gracias por compartirnos estimado amigo Juan Oriental.

 

Hermosura de letras perfectas de una publicación divina.