Sin nada

Mi desesperación lapida lenta y profundamente mi alegría,
Mi pluma termina mordida destruida por la fuerza de mis dientes
Mis palabras acaban sin sentido en el mas profundo oscuro silencio,
El adiós al ayer hay mi tumba.

El epitafio contempla pleno tu nombre grabado con fuerza,
La tierra que me ve sepultado llena mi nariz mi y boca hasta haberme asfixiado.
En el sepulcro frió quedo mi nombre con todo y su cobardía.
Los vestigios de mi enterrada vida todavía quieren proclamarte.

Mi corazón no me habla solo me reclama a golpes, la sangre se esfuma de mis venas adelgazándolas, ya tu nombre no esta ya tu aroma no regresa ya tu vida se alejo lo suficiente de mi, ya mi corazón encontró su final en ti.
Tu ausencia repentina lo mato.

¿entonces? Solo hay un cuerpo vació y una mirada perdida.
una lagrima que resbala de los ojos para volverse sangre.
Un recuerdo que entierra la vida y una mujer desaparecida en medio de la tarde.