Sin perder el zapato

SIN PERDER EL ZAPATO

Qué curioso. Con más de dos perfiles
y un tanto fragmentada su estructura
continúa lanzando sus misiles
para dar en el blanco sepultura.

Consigue con su barro muchos miles
y brillan por diamantes sin figura
porque cree que vive entre los giles.
Veleta que nos vende un alma pura.

Existe moraleja en cada evento:
si ignoras su camino no es promesa
con un final que acaba como el cuento.

La falacia persigue ser expresa
y al descuido, no sé en qué momento
la Cenicienta logra ser Princesa.

​

 

¿Quién será tan cambiante personaje? Espero que desactiven esos misiles. Un gusto estimado Ángel, espero que todo vaya bien. Un gran abrazo.

 

Hola Ángel enigmático poema
Un gran abrazo.

 

¿Conocés el cuento del rey que iba desnudo? Creo que es un buen cuento: hay muchos que no son giles pero a la hora del desfile aplauden como todos... Fue en su primer desfile que Cenicienta se consagró como princesa, imagino.

abrazo
Jorge

 

¡Cuate!... Aquí hay tomate!!!
Mi imperturbable amigo tirando flechas?... Ya estoy calláo, por siaca.

Bueno, que sepas que estuve por aquí.

Abrazos.

 

Ahhhh bue, y esto??? Jajaja tú debes saber que hay reyes que fueron sapos, y ahora son la princesa del cuento y eso pasa en todos lados, como decimos por aquí " unos nacen con estrellas y otros estrellados. Magnífico poema, Angel, saludos Daniel

 

Un dicho: al que le caiga el poncho... que se lo ponga!!! Jajajaja.
Un abrazo y gracias por pasar.

 

Muchas gracias, Catia.
Abrazo.

 

Lo conozco, sí, fue un niño el que gritó mientras los demás aplaudían, justo allí donde Cenicienta aprovecha la ocasión.
Abrazo y gracias por pasar.

 

Jajajaja!!!! Cada tanto me transformo en Indio!!!
Abrazo, Manolo.

 

Gracias, Daniel.
Saludos cordiales.