Sin preguntar...

Hoy te vi en el espejo azul de la alborada,
cuando la luna mecía ya la aurora.
Sobre el tejado que en la luz se dora
se despertó una estrella silenciada.
Y eras tú,
una estrella solitaria en verde prado,
cubierta de rocío en la mañana.
Te acaricié en mis manos,
eras una margarita blanca y pura,
un aroma solitario,
un beso que guardar entre mis labios.
Y no te hablé.
Te quería sentir, te quería soñar
como otra manera de querer sin preguntar.
Para soñar, para sentir
otra manera de amar para vivir.

 

Hermosas letras.
Un placer leerte

 

Muy bello y romántico poema, me ha gustado mucho, un abrazo amigo Engel. Paco.

 

Mil gracias por pasar, Laura. Te dejo un fuerte abrazo.

 

Un fino y sensible suspiro querido amigo...
Un gusto volver a leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Sencillo y directo, y no por ello menos bello, grato de leer

Saludos Cordiales

Giovanni

 

Invita a la reflexión esta otra manera de querer. Me suena a ese amor que puede llenarte solo por existir, que no espera respuesta, y esta parte es hermosa, pero lleva también esa parte de no atreverse a acercar los sueños a la realidad por si se rompen, y eso es triste.

Dicen que hay malabaristas de sueños tan hábiles que saben darles casi el impulso justo para que su fragilidad se detenga a un roce de la realidad inflexible y se queden ahí en un instante tangente e imposible que nunca deja de resonar.

 

Mi querido amigo, unos versos de gran belleza y de una delicadeza extrema. Las imágenes que dejas sentir, son afluentes de la ternura, en una composición lírica de gran magnitud. Los versos se entremezclan con unos acordes de sensibilidad, entre metáforas realmente exquisitas.

Te felicito por la gran calidad de tu pluma, realmente extraordinaria.

Te abrazo, con todo cariño y admiración.

 

Tengo la sensación de estar observando un cuadro. Un instante reflejado en un lienzo que evoca serenidad y ternura. Un compendio de emociones brotan... precioso poema Engel. Felicidades!