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Tema en 'Prosa: Melancólicos' comenzado por Asklepios, 1 de Julio de 2023. Respuestas: 0 | Visitas: 149

  1. Asklepios

    Asklepios Digamos que a tientas

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    Como ser divino, permito que permanezcan en mí las huellas de tus ojos al mirarme, al saber que no puedo hacer nada para evitarlo. Así es de ingrato el amor... Hoy, mis armonías son el insomnio, las maldiciones vacías y el irremediable olvido de los recuerdos, (al ser consciente de su inadecuada permanencia en mí).
    Me consume la sed de abrazos perdidos. Me escondo de, y evito la mirada a tiempos pasados por su dolor. Estar en ellos me obliga a retratar los olvidos y así, ser incapaz de deshacerme de ellos. Esclavo del pasado, de sublimes amores ya inexistentes, me aferro a ellos al entender que son el único motivo con el que soportar este presente tan vacío que no dejo de llenar con imposibles posibles, con futuros desesperanzados.
    Además, el invisible silencio de tu voz, castiga con crueldad a toda mi inocencia, invitándome a la constante obsesión por defender el sentido de mi existir que sé, desde antes de su inicio, derrotado.
    Si no fuera porque he llegado a amar a mi tristeza y, a mantener a mi soledad todavía esperanzada, no dejaría de mentirme. Pero aquí estoy, proclamando grandes verdades por mucho dolor que provoquen. Es como los inevitables antojos de esta vida imperfecta que nos ayudan a seguir estando aquí.
    De repente, noto que tus ojos se inclinan hacia la piedad... pero es una piedad que no me llega, que no me toca. Se ha ampliado nuestra distancia y siento, más cada día, que eres más y más un anhelo y no una realidad. Te aviso de que casi ya no se decirte cuánto te quiero. Me quedan tus cautivos reflejos en mi alma, más allá del amor y la muerte.
    Mi memoria se obsesiona, cada vez más, con nuestra distancia pero, al tratarse de ti, soy incapaz de lograr que mi pasado, mi presente y mi futuro descansen. ¿Es mi destino sufrir? No lo sé pero, se cierto que todavía tengo esperanzas.
    Cuando mi cuerpo tan sólo sea, como mucho, una inservible caja musical, te recordaré y tendré presente en el Universo, en el mío al menos, conversaciones que, con orgullo se reconozcan en ésta, mi presente visión del mundo, donde no dejo de intentar controlar los devaneos de la tristeza y de la melancolía.
    El destino lo sabe.
     
    #1

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