Síndrome IV (cosas que pasan)

Siete de oros
o As de corazones
según que mazo sea.

Mañanas, noches
tardes enteras juegas al solitario.
Alguno no entenderá
se hará preguntas
sacará sus propias conclusiones erradas.

Simplemente estás allí,
donde nada se hace,
nada sucede.
Vas,
paralelo,
fluyendo.

En cualquier sitio,
a cualquier hora, esquivas las miradas.
Sacas las cartas del bolsillo
y sea en donde sea,
contra todas las convenciones,
juegas solitario.

En un templo donde dicen mora la verdad
En un club nocturno
En una habitación
En una playa
En un anden donde alguien te mira
En la mesa de navidad
junto a alguien que en silencio te ama
abstraído a todo
barajas y das las cartas vuelta de dos en dos.

Seis de copas
Sota de pique
Solitario
Hasta que el juego acabe y vuelva a comenzar.

No preguntes porqué,
simplemente sucede
sin proponértelo.
Entras a una habitación donde alguien
quisiera que le mires a los ojos,
que le preguntes
¿cómo estás?
y vos brutalmente sincero
cruzas dándole el flanco,
sin voltear.

Con tu mirada fija al frente,
con tu mazo ya gastado,
pasas y te sientas allí
a jugar solitario.

en tu continente perdido


.......................................en tu lugar


.....................................................................fuera del tiempo....

 

No parece haber intervencionismo el juego solitario que nos hemos buscado cada uno. Saludos cordiales para ti, Poeta.

 

yo siempre creo que el tiempo está fuera de línea, grato leerte