Situaciones dormidas

A veces uno busca en los espacios del silencio, un poco de calma, un poco de abrigo. Para salir de la soledad interna de las cavernas mentales.
Un poco de caminata nos hace recuperar ese vacío que debes en cuando intentamos extraviar y, que además esta sensación nos lleva a una contradicción constante. Esto de los pseudos extravíos, que inconscientemente, sabemos que lo hacemos a propósito, con la mera intensión de escapar de nosotros, escapar de las situaciones que generamos. ¡Vivimos escapando!!!
Pasa que es difícil enfrentarse a uno mismo y verse en el reflejo del todo y de la nada. Nos vemos enfrentados a las situaciones dormidas que nos ofrece la vida. Donde nos vemos reflejados en situaciones que pasamos por alto y que vivimos todo el tiempo.
Por ahí nos hacen una pregunta simple como
¿Que hiciste ayer?
Que de inmediato, nos pone en un aprieto y nos lleva a un vacío argumental porque no hicimos nada. Velozmente regresamos a aquella pregunta existencial por excelencia y nos preguntamos en silencio y reflexionamos por unos segundos. ¿Que es no hacer nada?
En ese preciso instante nos damos cuenta que no tenemos tiempo para nosotros mismos, e inventamos una respuesta que deje conforme a quien esta preguntando.
Nos damos cuenta entonces, que con una simple pregunta desestabilizó nuestra estructura primaria, destrozando un mecanismo de defensa automatizado (que siempre nos ha hecho de soporte) dejando al descubierto nuestra vulnerabilidad.
allí la angustia se apodera de nosotros una vez mas y nos re preguntamos
¿Que somos? ¿Que hicimos? ¿En que nos convertimos?
Llegamos a la conclusión de que hay miles de preguntas que solo las responderá el tiempo ¡O que tal vez no!!!