Sobre el mar.

Cuando miro al mar, estoy embelesado,
y si el mar tambien me mira a mi, de lado
me da la brisa marina y en el horizonte,
se queda en el sol quieto, muy quieto...

Podria ser que el cielo tuviera sus achaques
y me diera, en mi pelo, rozando mis cabellos rubios.
Me parece un regalo divino...
y no tengo grandeza para abarcarlo.

Juega conmigo, pisa, y achanta mi animo.
Si, estoy orgulloso de como me da la brisa en el pelo.
Pues no a todo el mundo le presta...
Y yo soy un mozo de pueblo, aunque haya nacido en ciudad.

 

El mar y sus añoranzas,
versos como olas que se
mecen en su poema.
Un gusto estar presente.