Sobre lo que no se sabe

La nada es tremendamente divertida porque donde no se conoce es donde los placeres y las vilezas se esconden. Allí donde hay una cerradura, una enfermedad fingida, un dolor crónico, una cefalea. En la nada mi crush piensa en mí por las noches febril en vez de dormir. Donde la culpa llega, llega el escondite que es ninguna cosa.
Lo que no se sabe puede llegar a ser igualmente terrible. Puede invitar a la paranoia. Mantenerse cuerdo es una hazaña para el agujero fantaseoso de mi cabeza. Hay infinidad de posibles cuernos para hacerse el victimista o para autodisculparse. Lo mejor del mundo y lo peor se encuentran en la nada pues el algo está lleno de intermedios. En ese gesto de indiferencia fría. En la infantil inconsciencia. La nada es el postureo y es el cosmos. Es la mentira de los curriculums vitaes, las burbujas económicas, el humo, los baños públicos y las historias del instagram. Los días del padre, los adolescentes que fingen dormir, las almohadas mordiéndote la lengua. La falta de ternura que te lleva al sadomasoquismo y a la violencia consentida también, que es la más dura y la más dulce de las violencias. Ser tu peor enemigo es un dilema habitual de la nada.
En donde no se sabe no hay aburrimiento porque la realidad cambia tan velozmente como el cerebro ansioso. La nada y lo que no se sabe son lo contrario al amor. Son lo contrario a saber alguna cosa y lo contrario a la quietud. Lo contrario al silencio. La nada está llena de contradicciones y es opuesta al algo; por eso mismo en este no existen las contradicciones. El algo está lleno de intermedios como dije pero no de contradicciones. De lo que sí está lleno el algo es de extremismos. De hecho, el extremismo es lo único que habita en el algo que es lo mismo que decir que está lleno de intermedios porque la existencia en sí es un extremismo y un intermedio. Es un acto de continua revolución pero también de quietud. La fantasia y la contradicción como todos los elementos de la nada son débiles, grisáceos y dementes. Por tanto, no hay realmente revolución alguna. Viven sin cuerpo; es decir, que a penas viven pues lo hacen huyendo del dolor. En la nada por su puesto que tampoco hay nada de dolor, esa es una de las cosas buenas de la nada, tenedlo en cuante si en algún momento os veis tentados a huír de ella .
Lo que no se sabe se llena de palabras y de explicaciones. No hay templanza en lo que no se sabe aunque se suela confundir con la ignorancia y con la frialdad. Suele haber atractivos disfrazes pues la puesta en escena es aliada de todo lo que no existe. De actores vaya. Lo que no se sabe está lleno de conocimiento y de literatura que no tienen nada que ver con el amor o con el algo. Por el contrario, el amor es un algo muy sabio, muy silencioso, muy dinámico. No cabe en un texto. El amor es lo que existe, lo cual es lo único que no se puede decir sobre lo que no se sabe. El amor pues sencillamente se siente como tierno, templado, dinámico e intermedio. No por ello deben caer en el engaño de escapar de la nada, pues puede resultar igualmente placentera y por tanto útil. Además, no se puede escapar de ella. Está en todas las cosas. De nada os sirve tratar de huír, pues hacerlo es el primer paso para habitarla y no merece la pena. De hecho, huir es lo único que hace la nada pues el algo vive en el dinamismo de lo quieto.
Es decir, que el amor vive en el dinamismo de lo quieto. Por eso para alcanzarlo no debes de moverte en absoluto que es lo mismo que decir que no debes de huir en absoluto. Y recuerden: la huída es la nada en sí misma y está llena de contradcciones. Tanto que puede surgir hacia delante o hacia atrás. No piensen entonces que por luchar y por no "achantarse" encontraréis el amor porque tendréis tantas posibilidades como huyendo siempre. O sea, ninguna.

 

Gracias por pasarte y por dedicarme tu tiempo de esa manera
Espero que tomes tus decisiones desde el amor y con cariño
Un saludo