Sobre un arco iris

Sobre un arco iris dibujado

en las rejas de un balcón en blanco,

una niña sostiene a un niño en brazos

y mira por encima de unas nubes

el vuelo de unas aves migratorias.

Llegó la primavera, al fin ha llegado,

quizás sólo los pájaros se hayan percatado

en sus nuevos nidos, un año más

recuperados del silencio;

también el hielo vuelve a poner

labios nuevos sobre la piedra húmeda

y se desliza por ella, como en un tobogán

de caricias ocultas, las que aún no vemos.

De igual manera,

los puños, al final de unos brazos

rodeados de cintas, como si fuesen regalos,

abren sus tesoros al aire

y muestran cada uno de los dedos,

con la delicadeza de unas alas abiertas

de una crisálida que viene a ser insecto,

durante un tiempo limitado

pero enormemente pleno.

Me querrás decir que esa niña

no tiene todo eso en la mirada,

por encima de las nubes,

sobre un arco iris,

en el vuelo de unas aves migratorias.​

 

Sabe estimado poeta, hemos tenido mucha lluvia en estas semanas pero no he visto ningun arco iris. Hace tiempo un amigo vio uno y me envió un video con el arco iris en todo su esplendor. Siempre luce tan bello cuando sale.

Apreciando sus letras en la distancia, abrazos de colores en especial amarillo,

 

Como el color de la habitación en que duermo. Gracias, los arco iris son como la sonrisa de una tierra satisfecha que da las gracias al cielo. Chema